Ya han pasado más de 72 horas desde que tuvo lugar el terrible terremoto de Japón. Durante estos días, la prensa, los canales de televisión y demás medios nos han estado informando de cuál la situación que se vive en territorio japonés y de cómo se ha ido desarrollando a lo largo de este tiempo. Por desgracia, podemos afirmar que los datos a los que se hacen referencia no son del todo precisos, y muchos de los residentes en el país japonés están tachando de sensacionalista la información que nos llega, advirtiendo de que al margen de las zonas afectadas gravemente por el tsunami, las otras regiones no están ni mucho menos en ese estado de caos apocalíptico que intentan hacernos creer.
En un intento de aportar algo de luz sobre el asunto, en esta entrada vamos a recoger los puntos más importantes que han tenido lugar durante estos tres días y a intentar despejar todas las dudas posibles al respecto, a la vez que comentaremos algunos de los casos más curiosos a los que ha dado lugar esta catástrofe.
En primer lugar, empecemos por los detalles técnicos. El terremoto tuvo lugar a las 14:46 de la tarde (5:46 en España) a 130 kilómetros de la costa este de la península de Oshika, en la región de Tōhoku, con el epicentro a 24,4 kilómetros de profundidad. Aunque la mayoría de construcciones aguantaron bastante bien, los peores daños los provocó el consiguiente tsunami, de más de diez metros de altura, que se adentró hasta 10 kilómetros en las zonas más afectadas. Según la NASA, el seísmo ha sido tan fuerte que la velocidad de rotación de nuestro planeta se ha reducido en una milésima parte de 16 segundos y el eje de rotación se ha inclinado casi 20 centímetros. A su vez, los científicos creen que Honshu, la isla principal del archipiélago, podría haberse desplazado 2,3 metros hacia el este a consecuencia del terremoto. Parecen unas cifras poco espectaculares, pero son alteraciones que hubieran tardado miles de años en ocurrir de manera natural y que en este caso se han producido por una fuerza equivalente a 10.000 bombas atómicas como la de Hiroshima.
El seísmo, de magnitud 9 según las últimas estimaciones, ha dado lugar a una serie de réplicas por toda la zona circundante que siguen produciéndose aún hoy y que seguirán sucediéndose durante al menos una semana más, pudiendo prolongarse hasta inicios de abril en el peor de los casos. La menor de ellas ha sido de 4,5 puntos, mientras que la máxima registrada hasta el momento ha sido de 7,1. Podéis ver un estupendo mapa de las principales réplicas en este enlace de Google Maps.
Aunque Japón está acostumbrado a los temblores terrestres, éste ha sido el tercer gran seísmo en los últimos cien años. El primero de ellos, conocido como el Gran terremoto de Kantō, devastó el interior del país en 1923 con una potencia de 7,8 grados en la escala Richter. Destruyó la ciudad portuaria de Yokohama, así como las prefecturas de Chiba, Kanagawa, Shizuoka y Tokio, causando más de 100.000 muertos en total. El segundo, más reciente, tuvo lugar en 1995 y se conoce como el Gran terremoto de Hanshin. Tuvo lugar en la parte sur de la prefectura de Hyōgo y afecto gravemente a la ciudad de Kōbe, donde casi 6.500 personas perdieron la vida, y provocando unas pérdidas de 3 billones de yenes en daños.
Las consecuencias que ha tenido el terremoto de Sendai no son menos halagüeñas. Los temblores han agrietado casas y carreteras, dejándolas inservibles en algunos casos. La prefectura de Miyagi es la que se ha llevado la peor parte ya que, además del seísmo, ha tenido que sufrir el demoledor ataque del tsunami, que ha inundado totalmente la zona. En el momento en que publicamos esta entrada, la cifra oficial de fallecidos alcanza ya los 1.647, con 1.990 heridos y 1.720 desaparecidos confirmados. El caso más sonado ha sido el de Minamisanriku, un pueblo 17.800 habitantes de los que todavía no se conoce la ubicación de casi 10.000, por lo que se está barajando la posibilidad de que murieran durante la inundación. Sin embargo, y al contrario de lo que se empeña en hacernos pensar la prensa de aquí, los españoles residentes en Japón hacen hincapié en que en el resto del país se vive una situación de calma relativa, ya que aparte de las molestas réplicas y del lógico susto, no están sufriendo ningún tipo de problema derivado y están siguiendo una vida normal, aunque el Ministerio de Transporte ha pedido que en la medida de lo posible, no se salga de casa y no se vaya al trabajo ni a la escuela durante el día de hoy.
¿Y cuáles son las medidas que se han ido tomando en consecuencia? El primer ministro, Naoto Kan, ordenó inmediatamente la movilización de las Fuerzas de Autodefensa a las zonas afectadas para ofrecer su ayuda. En vistas al colapso telefónico, Google fue uno de los primeros organismos en actuar, ofreciendo un servicio online para contactar con japoneses de todo el país: a través de él, cualquiera puede saber del estado de una persona en concreto o aportar información sobre ésta en caso de que todavía no se haya notificado. Durante el primer día, las empresas de bebida trucaron las máquinas para que salieran de forma gratuita, pensando en aquellos que tuvieran que recorrer grandes distancias a pie (las líneas de metro, autobús y ferrocarril no funcionaban aún) o simplemente sufrieran algún caso de deshidratación. Así mismo, una de las medidas más curiosas que se han llevado a cabo fue la Operación Yashima, llamada así en honor a una escena de la serie Neon Genesis Evangelion, cuyo objetivo fue el de realizar un apagón general durante la noche para ahorrar electricidad. Aunque no funcionó como esperaban, el gobierno y las dos principales compañías eléctricas han alcanzado un acuerdo para llevar a cabo desde hoy mismo cortes de luz rotatorios, de hasta tres horas de duración, con el fin de garantizar el suministro en las áreas afectadas.
Por otro lado, tenemos el tema de la central nuclear de Fukushima. Tampoco esto se ha librado de caer presa del oportunismo, por parte de aquellos que querían reabrir el debate sobre la utilidad de la energía nuclear, y del sensacionalismo más amarillista, por parte de los medios. Pero vayamos a lo que nos interesa: ¿se va a convertir la central en una nueva Chernóbil? La respuesta es un rotundo NO. Pese a la fuga y las explosión en las plantas, la situación está lejos de convertirse en una catástrofe: todo seguirá bien mientras el reactor esté a salvo, y de momento lo está. Por supuesto, todavía es pronto para asegurar nada, pero los científicos nipones están trabajando duro para solventar los problemas a los que se enfrentan actualmente y refrigerar por completo los núcleos, por lo que es difícil que se produzca ese desastre nuclear del que tanto hablan los rumores. Sin embargo, parece que algunas sustancias radioactivas han llegado fuera de la provincia por culpa de las fugas, pero aún no sabemos qué efectos pueden llegar a tener sobre los humanos y el medio ambiente. De momento, las noventa personas afectadas por la radiación ambiental de hace unos días ya se encuentran fuera de peligro, y no se prevé que sufran ningún tipo de dolencia a largo plazo.
Para terminar, el punto curioso, relacionado con el mundo del manga y los videojuegos. Seguro que muchos habréis leído por ahí el bulo de que tal o cual famoso ha muerto por culpa del terremoto, siendo los nombres de Masashi Kishimoto (autor de Naruto) y de Satoshi Tajiri (creador de Pokémon) los que han sonado con más fuerza. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Para evitar esta situación, el portal americano AnimeNewsNetwork ha facilitado un listado de los autores, actores, creadores y demás personalidades del medio con los que han podido contactar a través de Twitter para confirmar que están a salvo. Se ha iniciado también un movimiento con el nombre de Draw for Japan, donde los artistas de todo el mundo ofrecen su apoyo a las víctimas a través de sus dibujos. Entre los participantes se encuentran Takehiko Inoue (Slam Dunk, Vagabond), Noizi Ito (La melancolía de Haruhi Suzumiya), autores de la Shonen Jump y varios artistas de Kodansha, que han aportado su talento para la causa. Como lo suyo no es el dibujo, la compositora Yoko Kanno ha decidido emplear su arte componiendo una canción para las víctimas, dedicándola especialmente a la gente de Miyagi, que es la prefectura donde nació ella y donde el tsunami ha golpeado más fuerte.
Esperamos que este artículo os haya sido de interés y de utilidad, y que hayamos despejado algunas de las dudas que tuvierais al respecto. Si tenéis curiosidad por seguir el avance de los sucesos, os recomendamos hacerlo a través del periodista Takeshi Taniguchi, que nos cuenta en perfecto español todas las noticias de relevancia. Además, los canales NHK y Tokyo Broadcasting System han empezado a emitir de forma online, por lo que podréis ver de primera mano todo lo que sucede en Japón.
Muy buen artículo! Me ha gustado la forma de contar la crónica. Acabo de leer que el segundo reactor de la central de Fukushima a reventado así que espero equivocarme pero la cosa no pinta muy bien. Por suerte los japoneses son unos grandes luchadores!
Muchas gracias, nos alegra mucho que te haya gustado. ^^
Sobre lo de la central de Fukushima, parece que la cosa ha ido a peor en las últimas horas. No es el reactor lo que ha explotado, pero la explosión ha afectado al contenedor y parece que se ha formado una grieta. Para colmo, la planta IV se ha incendiado y están cayendo cascotes sobre el reactor, por lo que podría agrietar también su respectivo contenedor. Aunque aún es posible controlar la situación, los japoneses se encuentran en un punto muy complicado, y han evacuado a toda la gente en un radio de 20 kilómetros.
Lo peor de todo es que si finalmente se produjese una liberación de material radioactivo, el viento de estos días soplará en dirección sur-sureste, lo que transportaría este material directamente hasta Tokio. Crucemos los dedos para que no suceda nada, pero ahora mismo está la cosa bastante dura. 😦