Son muchos los que la confunden con una película de Studio Ghibli, y tienen motivos para hacerlo: Katsuya Kondō, artista principal de la compañía, es quien ha realizado los diseños, por lo que el parecido entre producciones es evidente. Sin embargo, Kumo no yō ni, Kaze no yō ni (“Como las nubes, como el viento”) es un film que nada tiene que ver con el estudio de Miyazaki salvo ese afán por contar una buena historia a través de unos estupendos personajes.
Ginga es una chica de campo con mucha energía, pero un poco simplona, que vive con su padre lejos de la capital del imperio en la antigua China. Con la muerte del emperador y la subida de su hijo al trono, el palacio se moviliza para encontrarle una esposa a su nuevo líder, y la joven no tarda en descubrir esta oportunidad de ganar mucho dinero siendo su concubina. Ginga convence a su padre y se presenta en la prueba, sin pensar que una persona de tan baja categoría como ella no será bien recibida. Sin embargo, su entusiasmo y honestidad le ayudan a superar todos los obstáculos y pronto se encuentra aprendiendo los requisitos básicos de un ocupante de la corte junto a otras tres candidatas. El día a día se llena de problemas cada vez que Ginga protesta por las absurdas leyes de palacio, pero no es nada comparado con el malvado complot contra el emperador que se está preparando entre las sombras…
El film está dirigido por Hisayuki Toriumi y cuenta con la banda sonora de Haruhiko Maruya. Fue emitido directamente en televisión en 1990, y aunque no goza de la vibrante animación que podría haberle dado Studio Ghibli, el reducido presupuesto de Studio Pierrot bastó para crear una película muy digna para los estándares de animación de principios de década. La historia está basada en la novela juvenil Kōkyū Shōsetsu de Kennichi Sakemi, y la relación que formó con el artista y diseñador de personajes Katsuya Kondō le llevó más tarde a crear el manga D’Arc ~ Histoire de Jeanne D’Arc. En esencia, Kumo no yō ni, Kaze no yō ni es una entretenida comedia con personajes carismáticos que guarda una pizca de crítica hacia la idea del Japón actual y su opulencia, tan banal como la vida en palacio.
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