El 25 de enero es un día a recordar en la historia del manga, pues es la fecha en que nació uno de los autores más emblemáticos e importantes que Japón y el mundo entero tiene el gusto de recordar. Si Osamu Tezuka es conocido popularmente con el sobrenombre de “dios del manga”, se podría decir que su pupilo y amigo es entonces el “rey del manga”, un título en absoluto desmerecido que representa bien su labor como dibujante y su relevancia en este campo. Shotaro Ishinomori (cuyo verdadero apellido era Onodera) nació en la ciudad de Tome, Miyagi, en 1938. De pequeño se le consideraba un niño prodigio, y no tardó en demostrar su habilidad con la pluma a un nivel con el que los demás chavales sólo podían soñar.
En 1950, con apenas 12 años, envió una historieta a la revista Manga Shōnen con motivo de un concurso que celebraban, una gesta que le valió la oportunidad de trabajar como asistente de Tezuka en la elaboración de Astro Boy. Tiempo después, con algo más de experiencia y los consejos de su mentor, hizo por fin su debut con el manga Nikei Tenshi (“Un ángel de segunda categoría”), que firmó con el pseudónimo de “Ishimori”: una errata que mantendría durante 30 años hasta adoptar el “Ishinomori” por el que se le conoce ahora. El joven autor vivió una temporada en el famoso edificio Tokiwa-so, y aunque empezaba a surgir el entusiasmo por la animación, decidió que tendría más oportunidades centrándose en el mercado de los cómics.

Kamen Rider es uno de sus personajes más queridos
Aun así, en mayo de 1963 formó la compañía Studio Zero con su amigo Shinichi Suzuki, aunque no logró alcanzar el éxito de Mushi Productions en el mercado audiovisual. El año siguiente fue clave en su vida, ya que además de casarse, fue cuando nació su primera obra mítica: Cyborg 009. La historia, que mezcla la ciencia-ficción con toques de espionaje a lo James Bond, conquistó rápidamente a los lectores y se convirtió en uno de los manga más populares de la época. La obra alcanzó los 36 tomos y se estuvo publicando durante 17 años en distintas revistas, tocando a su fin en 1981. Por supuesto, éste no fue ni mucho menos el único de sus éxitos. Siguiendo la línea de historias de acción, Ishinomori publicó en 1970 una historia corta titulada Skull Man, que se desarrollaría en realidad a manos de otros autores, y que le sirvió para crear a un nuevo personaje mucho más popular.
Hablamos de Kamen Rider, un héroe que definiría las bases del género tokusatsu y que acapararía gran parte del share en televisión con la adaptación de imagen real de Toei. La gran aceptación de estas aventuras le llevaron a crear nuevos dramas de corte similar, algunos de ellos tan famosos como Android Kikaider, Inazuman o Himitsu Sentai Gorenger, considerada por muchos como la primera serie Super Sentai. Cabe destacar que durante esta época también colaboró activamente en el gremio de artistas, convirtiéndose incluso en director de la Asociación Japonesa de Dibujantes. Así mismo, fue miembro del Centro de Educación de Japón y del consejo de programación de la Nippon Television Network Corporation.
Ishinomori dedicó sus últimos años a seguir dibujando, firmando aventuras tan curiosas como adaptación del videojuego The Legend of Zelda: A Link to the Past para la revista americana Nintendo Power, que es además una de las más apreciadas por los fans de la serie. Por desgracia, la salud del autor se deterioró mucho durante los noventa y tuvo que abandonarnos en 1998, apenas tres días después de su 60 cumpleaños. La muerte del rey del manga supuso el fin de su carrera, pero no de sus creaciones, pues como bien sabrán los que siguen la actualidad de la animación, son varias las producciones basadas en sus personajes, ya sea la serie de OVA The Skull Man, las nuevas series de Kamen Rider o la reciente película de Kenji Kamiyama 009 RE:CYBORG. La ciudad de Miyagi acoge además el Museo de Manga Ishinomori, dedicado a las obras del ilustre ciudadano.
SIn duda el «dios del manga», aunque solo lei algunos caps de sus mangas, el que mas me atrajo y ando leendo es «SSabu to Ichi Torimonohikae»., un gran manga de detectives en la epoca de Edo, 100 % recomedable