Hirohiko Araki cumple este año su 30º aniversario como dibujante, una celebración que se suma al 25 cumpleaños de su obra JoJo’s Bizarre Adventure en el mercado y que pone de manifiesto la relevancia que ha tenido en el mundo del manga en general. Por eso, aunque pocos, los títulos anteriores proporcionan una pequeña visión de su evolución como artista, una evolución que os aseguramos que ha sido impresionante como poco. Baoh fue su primer intento de publicación larga en la revista Shōnen Jump, y con apenas nueve capítulos recopilados en dos tomos, sirvió como prototipo para imaginar más tarde la fascinante odisea de la familia Joestar.
Una chica llamada Sumire corre desesperada por el interior de un tren en marcha. ¿El motivo? La están persiguiendo los esbirros de una malvada organización conocida como Doress. Sumire cuenta con ciertos poderes y el grupo pretende secuestrarla para experimentar con ella y convertirla en un monstruo destructor con el que amenazar al mundo, tal como han hecho ya con otros especímenes. En su huida, la chica despierta a uno de estos experimentos, un incidente que le ayuda a escapar del tren sin saber que acaba de desatar al arma biológica más poderosa que existe. Su salvador es el joven Ikuroo Hashizawa, al que Doress le implantó un parásito en el cerebro dándole el poder de transformarse en Baoh, una bestia azulada casi inmortal. Así empieza este juego del gato y el ratón en el que sólo uno de los dos bandos puede seguir en pie, aunque es posible que la naturaleza destructiva de Baoh termine poniendo en peligro a la misma humanidad.
Araki se inicia así en el mundo de la ultraviolencia, una tendencia heredada del súper éxito El puño de la Estrella del Norte que seguiría arrastrando en posteriores producciones y, muy especialmente, en su famoso JoJo’s Bizarre Adventure. La corta duración de la historia no dio pie a que el autor mejorara mucho su estilo, y lo cierto es que ni siquiera aporta nada especial respecto a otros títulos coetáneos, pero ya empieza a vislumbrarse el interés del mangaka por lo sobrenatural y por la acción desenfrenada. Baoh fue un punto de inflexión en su carrera como dibujante, ya que fue con éste título cuando empezó a cambiar sus habituales historias de misterio y suspense por otras más centradas en lo espectacular y lo impactante. Eso sí, sin abandonarlas por completo en ningún momento. Studio Pierrot produjo una OVA basada en este manga allá por el año 1989, todavía más mediocre que el original, pero sin dejar de ser un ejemplo curioso de la evolución de Hirohiko Araki como maestro del manga.