Jugar con muñecas es una cosa que las niñas hacen en todos los países, y en el nipón no podía ser menos. Licca Kayama, más conocida como Licca-chan, es una muñeca muy famosa en Japón que empezó a fabricarse en julio de 1967 y sigue comercializándose a día de hoy. Para haceros una idea, se podría decir que Licca-chan es la Barbie japonesa, y es que en su país es toda una estrella. Para haceros una idea, en 2007 la muñeca alcanzó los 53 millones de unidades vendidas. Fue diseñada por la mangaka Miyako Maki, esposa del famosísimo Leiji Matsumoto, y es tan popular entre otras cosas por encarnar la figura típica de las mujeres japonesas, tanto en altura como en rasgos.
Takara, la empresa que la fabrica, le ha proporcionado un extenso trasfondo. Por ejemplo, su cumpleaños es el 3 de mayo y tiene once años. Estudia en la escuela elemental Shirakaba. Odia las matemáticas, pero es muy buena en lengua, música y plástica. Su padre, Pierre, es un músico francés, y su madre, Orie, es diseñadora de moda. Mide 142 centímetros y pesa 34 kilos. Le encanta comer helado, y sus libros favoritos son Ana de las Tejas Verdes y La princesita, dos clásicos muy leídos por las niñas japonesas. Además, le encanta Doraemon. ¡Como veis, no han escatimado en detalles!
Una de las versiones más famosas de la muñeca es la Licca-chan embarazada. En noviembre de 2001, 34 años después del lanzamiento original, se comercializó una versión adulta de ésta con ropa pre-mamá. Conocida como Konnichi wa, aka-chan (“Hola, mi bebé”), la muñeca tenía el vientre abultado e incluía varios accesorios como un biberón o un sonajero. También venía con una postal que se podía enviar a la empresa fabricante. Dos semanas después, ésta enviaba un paquete con el muñeco del bebé, un librito sobre cuidado de infantes y otras cosas. A destacar uno de los objetos en concreto: una llave que servía para quitar el vientre de la mamá Licca y dejarla como después del parto. Este mecanismo permitía a la propietaria de la muñeca experimentar la ilusión de esperar el bebé y la alegría de recibirlo. Dejando aparte lo curioso del juguete, se convirtió en un súper ventas gracias a una graciosa casualidad. Su lanzamiento coincidió con el nacimiento de Aiko, la hija del príncipe Naruhito y su esposa Masako, un factor que disparó las ventas de la nueva muñeca.
Ounomachi 