¿Habéis estado atentos a las últimas películas de Japón? ¿Estáis contentos con las producciones que han llegado a los cines en este último año? Nuestros amiguetes de El pozo de Sadako nos traen esta vez un interesante artículo en el que reflexionan sobre la dirección que están tomando los filmes actuales de nuestro país favorito. Os animamos a echarle un vistazo y a sacar vuestras propias conclusiones sobre el asunto, sólo tenéis que dejar un comentario con vuestra opinión.
Hace unos días repasábamos el estado anual de las taquillas asiáticas y al llegar a Japón, quedaba más que claro que la originalidad no era una cuestión a la que el público le diera una gran importancia a la hora de pagar una entrada de cine: apenas dos guiones originales (los de Wolf Children y Anata e, ni adaptación, ni secuela, entre las veinte primeras películas más vistas, contando también las extranjeras). La lista la copaban Umizaru 4, Thermae Romae, Bayside Shakedown 4: The Final, Evangelion 3.0… adaptaciones, continuaciones y remakes, cuando no todo junto.
No es nada nuevo en el cine internacional ni mucho menos en Japón, donde en los últimos años la adaptación (o continuación) de series de televisión, manga y anime o videojuegos, ya sea en imagen real o animación, han estado a la orden del día en la producción nacional. Pero la división entre material original y material adaptado es cada vez mayor; las grandes productoras, Toho, Toei o Shochiku, toman cada vez menos riesgos, buscando un público prácticamente asegurado al adaptar obras que ya han tenido éxito, mucho o poco, en otro formato, ya sea en papel o la pequeña pantalla, o continuando franquicias impensables en casi cualquier otro país del mundo, como las de los personajes tokusatsu, con mínimo una novedad en los cines de manera anual cuando no son dos.