Si os pasáis por las tiendas, descubriréis que hoy se produce el lanzamiento de uno de los videojuegos más esperados del año para PlayStation 3. Ni no Kuni: La ira de la bruja blanca aterriza en España para convertirse en un clásico instantáneo de esta generación, y aunque cambia varias cosas respecto al juego original que apareció en las Nintendo DS japonesas, no ha perdido ni un ápice de todo aquello que lo hacía grande. El título rebosa magia de la que nos hacía soñar con los juegos de antaño, en aquella época dorada donde surgieron algunos de los mejores RPGs de la historia, así que resultará un encuentro agradable para aquellos que busquen ese sabor añejo y también será un estupendo punto de partida para quienes todavía no se han adentrado demasiado en territorio rolero.
La historia gira alrededor de Oliver, un chaval que debido a un desafortunado incidente, pierde a su madre por complicaciones en su problema cardíaco. Con este trágico suceso, el pequeño se encierra en su habitación para llorar por la pérdida, y es entonces cuando sus lágrimas mojan el peluche que ésta le había regalado tiempo atrás. El peluche se transforma de pronto en un extraño duende llamado Drippy, quien le informa de que proviene de otro mundo y que necesita su ayuda para derrotar al malvado mago oscuro que tantos estragos está causando en el lugar. El mundo en cuestión es un reflejo de la dimensión en que vive Oliver, donde personas y animales tienen una contrapartida similar, incluida su madre. Con la esperanza de devolverla a la vida si logra salvar este mundo mágico, el joven héroe se embarca en una gran aventura que afectará a ambos universos y que le llevará a conocer a todo tipo de personajes inesperados.