Ya hemos hablado otras veces del genial Makoto Shinkai, y todas ellas para colmarle de elogios, pero aún no hemos escrito sobre la que fue su primera obra profesional. Hoshi no Koe, también conocida como Voices of a Distant Star, es una OVA que sorprendió a muchos por presentar un nivel de calidad altísimo comparable al de estudios más veteranos, con la diferencia de que su creador no había realizado ningún proyecto de similar envergadura hasta el momento. Así pues, Shinkai inició su ascenso hacia la fama con una historia de amor y tragedia, aderezada con un poco de ciencia-ficción, que quizás sabe a poco cuando uno se da cuenta de todo el potencial que esconde.
En el año 2047, una estudiante de instituto llamada Mikako entra en el Ejército Espacial de las Naciones Unidas para participar en una guerra contra un grupo de alienígenas. Como agente especial, Mikako tiene que pilotar un Rastreador, un robot gigante que viajará con el escuadrón asignado a la nave Lysithea. Cuando la nave parte para participar en el conflicto, Mikako deja en la tierra algo importante: a su amigo Noboru. Los dos siguen en contacto enviándose mensajes con el móvil, a pesar de la distancia que los separa. Sin embargo, según la nave se adentra en el espacio, los mensajes tardan cada vez más en llegar, llegando a pasar varios años hasta que por fin alcanzan su destino. La historia se centrará entonces en la lucha de Mikako, la espera de Noboru y la relación amorosa que hay entre ambos pero que no lograron desarrollar.
En un ejemplo de auténtica independencia, Makoto Shinkai se encargó él solo de escribir, dirigir y producir el corto, que se vendió directamente en DVD en febrero de 2002. De hecho, las voces de Mikako y Noboru fueron interpretadas por él y su mujer Miko para el estreno en festivales, aunque más tarde fueron reemplazadas por las de actores profesionales para la edición en venta. Además, como en todas las obras del director, la banda sonora está compuesta por el ilustre Tenmon. Cabe decir que para ser una producción independiente de principios de década, la animación era verdaderamente espectacular, como siempre lo son los fondos que crea el autor, y esto le da un valor especial a esta OVA que de otro modo no hubiera merecido tanto reconocimiento. Siguiendo el éxito que tuvo, la historia fue adaptada en una novela y una serie de manga publicada en la revista Afternoon de Kodansha.