Hoy damos un gran salto en el tiempo para conocer a una de las figuras más importantes del folclore histórico japonés. El príncipe Yamato Takeru, nacido con el nombre de Ōusu, fue un legendario príncipe japonés del clan Yamato, así como un respetado monarca que tradicionalmente se considera como el duodécimo Tennō o emperador de Japón. Su historia se narra en las crónicas del Kojiki y el Nihon Shoki. Uno de sus hijos se convirtió más tarde en el emperador Chūai, el supuesto 14º emperador del país. Al igual que con Jimmu, su existencia histórica es incierta, pero los libros anteriormente citados fechan su vida alrededor del siglo cuarto antes de Cristo. Existen diferentes detalles entre los dos libros, pero se asume que la versión del Kojiki es la más fiel de la leyenda.
El príncipe Ōusu mató a su hermano mayor y su padre, el emperador Keikō, tuvo miedo de su brutal temperamento, por lo que trazó un plan para que muriera en batalla y lo envió a la provincia de Izumo. Sin embargo, el príncipe logró derrotar a sus enemigos, siendo una anécdota notable el hecho de que se disfrazara como sirvienta en una fiesta para infiltrarse y acabar con varios de ellos. Uno de los enemigos derrotados lo elogió y le dio el título de Yamato Takeru, que significa “el valiente de Yamato”, pero la decisión del emperador Keikō no cambió. Keikō envió a Yamato Takeru a las tierras de zona oriental, cuyo pueblo había desobedecido a la corte imperial. Allí el joven conoció a su tía, la princesa Yamato, que era la más alta sacerdotisa de Amaterasu en la provincia de Ise.