El kokyū es un instrumento tradicional de cuerda, el único japonés que se toca con un arco. Aunque se introdujo desde China junto al shamisen, los materiales, la forma y el sonido son plenamente japoneses. Aunque el modelo estándar es común en todo el archipiélago japonés, en Okinawa existe también una versión propia llamada kūchō, que varía un poco en forma y sonido.
El instrumento es similar en construcción al shamisen, y de hecho parece una versión reducida de éste. Mide 70 centímetros, tiene un cuello hecho de ébano y un cuerpo hueco hecho con madera de cocotero, cubierto en ambos extremos por piel de gato o de serpiente. Cuenta con tres cuerdas y se toca en vertical, frotando el arco contra ellas. En la zona central de Japón, el kokyū se usaba como parte primordial del conjunto sankyoku, acompañando a un koto y un shamisen, pero a principios del siglo veinte empezó a introducirse el shakuhachi hasta que lo sustituyó por completo.
Desde que Shinei Matayoshi, músico y fabricante de instrumentos, inventó y popularizó una versión de cuatro cuerdas para incrementar el espectro del artilugio, el kokyū se ha vuelto mucho más popular. Actualmente se usa no sólo en melodías clásicas japonesas, sino también en otros estilos musicales como el jazz y el blues. En este ámbito, el americano Eroc Golub es quien más ha contribuido a la causa, siendo uno de los pocos músicos no japoneses que ha tocado el instrumento dándolo a conocer fuera del país nipón.
Deja un comentario