Hace mucho tiempo, Aqualoid era un planeta próspero y rebosante de vida; sin embargo, la llegada de los misteriosos Inorganics, unos seres metálicos venidos de otro universo, lo convirtió en un páramo donde apenas resisten unos pocos núcleos habitados. Así se han mantenido las cosas hasta que un día, el joven Nam descubre una extraña espada con el poder de hacer frente a los susodichos invasores… y la cosa se desmadra. Tras reunirse con su hermana Rasa y sus amigos Kim y Bao, descubre que la espada es la legendaria SHADE, un arma cósmica con la fuerza necesaria para salvar el mundo de la terrible amenaza que los somete, pero no pasa mucho hasta que los Inorganics despliegan una abrumadora ofensiva con la intención de destruirlos a ellos y a su recién adquirida esperanza. ¿Conseguirán hacerles frente o destruirán Aqualoid en favor de un nuevo mundo?
Birth (editada en España con el nombre El mundo del talismán) surgió como un proyecto muy especial que poco tenía que ver con los convencionalismos a los que la animación japonesa se había aferrado hasta entonces. Dirigida por el poco prolífico Shinya Sadamitsu y con los diseños de personajes de Yoshinori Kanada, fue una de las primeras OVAs que llegaron al mercado doméstico. Curiosamente, fue uno de los primeros trabajos profesionales de un inexperto Hideaki Anno, así como uno de los más desconocidos del compositor Joe Hisaishi (curiosamente, ambos habían coincidido anteriormente en la producción de la película Nausicaä del Valle del Viento).
Si bien no se puede decir que el film fuera un éxito, lo cierto es que logró influenciar a toda una generación de futuros animadores que quedaron impresionados por el resultado final: entre ellos, algunos bastante famosos como Hiroyuki Imaishi (Kill la Kill) o Seiya Numata (Fullmetal Alchemist). Y es que en realidad, este título es todo un espectáculo animado. La historia (de sentido bastante cuestionable) es más bien una excusa para poder realizar esa tremenda explosión de escenas frenéticas y dinámicas, con cambios de perspectiva muy fluidos y unos movimientos la mar de naturales. Desde luego, y siendo sinceros, Birth está lejos de ser un producto refinado y tiene bastantes errores, pero no por ello deja de asombrar por lo adelantado a su época, así que resulta una película de lo más interesante si os gusta la animación y estáis dispuestos a no hacer caso de su argumento.