Los ushi-oni, o gyūki, son unas criaturas con cabeza de toro y ocho patas, asociadas comúnmente con las de las arañas, que viven cerca de las costas y atacan a las personas que se acercan a sus guaridas. También pueden transformarse en humanos para engañar a la gente y llevarlos a lugares apartados donde comérselos. Aquellos que han sobrevivido para advertir de sus poderes cuentan que al descubrirse, su apariencia es incluso más espantosa que su reputación.
Una de las historias más famosas sobre un ushi-oni tiene lugar en Takamatsu, en la prefectura de Kagawa. Se cuenta que uno de estos monstruos aterrorizó la zona hace cuatrocientos años, pero que un arquero muy hábil llamado Yamada Kurando Takakiyo consiguió acabar con él. Tras su victoria, le arrancó los cuernos y los donó al templo como ofrenda, donde aún se pueden ver hoy en día. Otro ushi-oni muy conocido es un enorme monstruo marino que vive en la costa de la prefectura de Shimane y que suele atacar a los pescadores. Se le representa con cuerpo de araña o de cangrejo, y parece que tiene cierta relación con otro monstruo llamado nure-onna, que engaña a sus víctimas haciéndose pasar por mujer y pidiéndoles que sujeten un momento a su bebé, que entonces se queda pegado a las manos del pobre inocente y empieza a crecer para evitar que huya con su peso.
A pesar de ser conocida como una criatura violenta y despiadada que ataca a los pescadores, el ushi-oni es motivo de una celebración que tiene lugar en julio en la ciudad de Uwajima, en la prefectura de Ehime. Un grupo de personas se disfraza como el monstruo, usando espada en la cola que supuestamente espanta a los malos espíritus.
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