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Posts Tagged ‘Seiryuu’

Es más que probable que a través del manga, el anime y/o los videojuegos hayáis entrado en contacto con la figura de las cuatro bestias divinas, un cuarteto de seres sagrados que guardan los puntos cardinales y cuya imagen sigue presente en varios edificios japoneses. En realidad, las cuatro bestias son la figura central del antiguo sistema de astrología y geomancia en China, que más tarde importaría Japón y sería absorbido por la corriente mística conocida como onmyōdō. En este sistema existen 28 “casas estelares” (o constelaciones) que cubren todo el firmamento. El rey del cielo dividió el firmamento en cuatro cuadrantes, cada uno con siete casas y gobernado por una de las bestias. En la versión china original existía una bestia más, Huang Long, el “dragón dorado del centro”, que representaba el elemento de la tierra. Esta figura no existe en la versión japonesa del mito, donde el centro representa el vacío, y es por esto que no suele hacerse referencia a él.

Los dioses en cuestión son Seiryuu (Qīng Lóng, que representa la primavera y el bosque), el dragón azul del este; Suzaku (Zhū Què, que encarna el verano y el fuego), el fénix carmesí del sur; Byakko (que representa el otoño y el metal), el tigre albino del oeste; y Genbu (que simboliza el invierno y el agua), la tortuga negra del norte. En algunas ocasiones, el dragón Huang Long (Ouryu en japonés) es sustituido por la figura del Kirin, el equivalente asiático del unicornio y el pegaso. Estos cuatro seres no guardan ninguna relación con los doce animales del zodiaco chino, pero servían para identificar las cuatro divisiones del cielo en las labores de astronomía. Así mismo, originalmente sólo se tenía en cuenta la presencia del dragón, el tigre y el fénix, que marcaban tres de las fases de la luna, así que el puesto de la tortuga quedó vacío durante un tiempo.

En Japón, el simbolismo de estas criaturas parece haber sido sustituido por el de los cuatro reyes celestiales, que presentan unas funciones similares y que seguramente se hayan impuesto sobre ellas debido a la fuerte implantación del budismo a partir del siglo XVIII. Aún así, todavía se pueden encontrar muchas representaciones de las bestias en templos y lugares de gran importancia, como por ejemplo el Templo Yakushi-ji de Nara. La función principal de estas imágenes es alejar a los malos espíritus, una tarea de suma importancia en tumbas y mausoleos que supuestamente corren un grave peligro si se dejan desprotegidos.

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